El polo positivo (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, regenera, vitaliza y proporciona energía. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, etc.
El polo negativo (-) es relajante, detiene los procesos nocivos para el organismo y, está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor, así como para combatir procesos inflamatorios, por ejemplo dolores de cabeza.
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